"Y por fin se acabaron las clases" dirán muchas personas. El que me conoce sabe que no es así. Para mi, acaba una bonita etapa de juegos, canciones, tareas, excursiones, programaciones, enfados y alegrías. Coincide además con el final de un ciclo, etapa que comenzó hace tres años con la llegada de aquellas familias y alumnado desconcertado de pisar en un centro de Ed. Infantil y además con un ¡¡ MAESTRO¡¡.
El alumnado que dejo se va a primaria cargado de ilusiones y experiencias vividas, nuevos miedos y retos a conseguir. Llega el principio del verano y se convierte en mi período de adaptación: quitar fotos, ordenar mesas, seleccionar juguetes, limpiar la clase, es decir, guardar las páginas de lo vivido durante tres años. Es duro no ver el cariño del alumnado día tras día, las risas, el bullicio, el oír mi nombre tantas veces al día, etc. Mi adaptación estará dirigida en la búsqueda de nuevas ilusiones y retos que en septiembre entrarán con caritas de 2 y 3 años.
Dar las gracias a todas las familias que han apoyado desde el principio arrimando su hombro para mejorar la calidad educativa de sus hij@s interviniendo en talleres, excursiones, desde casa con las tareas o con lo que dice el "profe". Un placer trabajar en lo que me gusta y encima estar constantemente reconocido por tu profesión. Como ya saben esto no es un adiós, me tendrán allá abajo con los pequeños llorones para lo que les haga falta. Un abrazo a todas las familias y un fuerte beso a los...